lunes, 17 de mayo de 2010

Artículo interesante para leer sobre Liderazgo

Les dejamos un artículo sobre liderazgo que lleva a la reflexión acerca de las distintas maneras de liderar una empresa, una organización o UN EQUIPO. Les recomendamos poner especial atención a los dos últimos parrafos.

Saludos

Entre el viejo Liderazgo épico y el nuevo Liderazgo Integral

Por docconsultores

La empresa moderna enfrenta en la actualidad una de las crisis de liderazgo más profundas de su historia. No solo por la cantidad sino también por la calidad de los mismos. Las escuelas de negocio inscriben día a día una gran cantidad de aspirantes a posiciones de conducción y se han erigido en los representantes de esos candidatos en un intento de cerrar el enorme gap temporal y cualitativo que existe entre la formación de un verdadero líder y su capacidad de ejecución efectiva. En esta desenfrenada carrera por obtener el mejor talento, surgen un sinnúmero de programas que intentan acelerar los tiempos de “cocción” de competencias directivas y habilidades gerenciales que se encuentran más cerca del microondas que de la cocina normal.

Al mismo tiempo, acarreamos una larga historia de liderazgo estereotipado en ciertos perfiles individualistas, casi épicos. El líder desde esta perspectiva ha ido perdiendo su carácter humano para convertirse en un personaje de ficción. Por lo general las películas de guerra, los deportes, y la historia de la humanidad recrean un modelo de liderazgo en el cual el líder es una persona iluminada, al que no le está permitido dudar; que debe tomar decisiones trascendentes en soledad; paternalista bajo el prejuicio asumido que si compartiera las dudas sobre las que basa sus decisiones provocaría un enorme daño en sus “infantiles” “dirigidos”. Un Mío Cid organizacional, embalsamado sobre su caballo pero necesario como imagen para un pueblo subordinado y subdesarrollado. Muchos cursos de liderazgo se basan en desarrollar competencias que al estilo de semidioses, les de el poder para decidir la vida de los demás.

Desde esta perspectiva estos líderes parecen haber llegado a un grado de adultez excepcional en comparación con el estado de subdesarrollo y detención infantil en el que parecen haber quedado sometidos sus bien llamados “seguidores”.

Desde nuestra perspectiva del liderazgo integral, pensamos que la capacidad de liderar integralmente se desarrolla en el individuo a través de una compleja estratificación de dimensiones que siguen un largo y difícil camino evolutivo. Un líder integral es aquella persona que ha logrado sortear en su vida una serie de experiencias que le permiten llegar a la madurez en un estado de equilibrio entre su cuerpo, sus emociones, sus pensamientos y sus ideales. Todos nacemos con una determinada dotación corporal heredada que de alguna manera comienza a condicionar nuestro andar, lo dado genéticamente es sumamente importante aunque no determinante si es que la misma no viene acompañada de patologías prenatales que constituyan una severa limitación para el desarrollo de las siguientes dimensiones. O bien que las inmediatas condiciones postnatales comprometan seriamente su estructura corporal (desnutrición, abandono, accidentes). Las primeras experiencias de vida extrauterinas van forjando los modelos de satisfacción – insatisfacción con los cuales cada uno de nosotros empezaremos a entender la complejidad del mundo en el que habitamos. Cuánto más a tiempo recibamos la provisión a nuestras necesidades basales, más fortaleza y capacidad de tolerar la frustración desarrollaremos. Las primeras emociones proceden de este comienzo rudimentario. Este cuerpo de emociones le da espacio a los primeros pensamientos. Estos permiten estructurar las primeras planificaciones de acciones. Si lloro, alguien me dará lo que necesito. El ser humano piensa desde sus emociones en una unidad indisoluble aunque creamos que es posible pensar sin emoción. Y finalmente si ese desarrollo ha sido exitoso, el ser humano necesita trascender, dejar un legado, conformar un mundo de valores que vayan más allá de sí mismo.

Este complejo recorrido que hemos sintetizado al máximo por razones prácticas en este artículo, está enmarcado por una serie de dependencias sanas, y adultas para cada una de las etapas que permitió el tránsito hacia la adultez. De niño es la sana dependencia la que le va permitiendo al ser humano hacerse a sí mismo, desde la aparente dependencia más basal que es la dependencia del vientre materno, pasando por la dependencia del lactante para llegar finalmente a un dependencia social, adulta en la cual el individuo sigue apoyándose en aquellas dependencias que le garanticen crecimiento, fortaleza y un grado cada vez más desarrollado de libertad de espíritu y de criterio.

Si el camino hacia la independencia se ha ido logrando en sucesivas dependencias liberadoras, por qué será que cuesta tanto recrear en la organización ámbitos de la misma característica. Por qué el rol del líder se encuentra tan estereotipado pareciéndose más al de una película de Hollywood que al de una situación real de la vida corporativa. Por que será que le cuesta tanto al líder tradicional recrear la secuencia que lo condujo al éxito personal.

Un líder integral dialoga, es interdependiente, sabe que es cada vez más fuerte cuánto más se apoya en dependencias liberadoras. Elije colaboradores que lo exceden en sus conocimientos específicos para enriquecerse, comparte el poder formal desde una actitud potente que le da la humildad de saber que no sabe todo no puede ni quiere, que es una limitación y un riesgo enorme tomar decisiones sesgadas desde su exclusividad individual. Un líder integral sabe que la democracia en las organizaciones no significa que todos participen por igual sino que de acuerdo a los contextos los que más saben son los que tienen mayor protagonismo en determinadas situaciones. Saben que el liderazgo es situacional y que su tarea es jugar con los mejores en cada situación y no siempre con el mismo equipo. Balancea adecuadamente los tiempos de diálogo para enriquecer las ideas y de discusión para tomar decisiones sobre las posiciones enriquecidas. Entiende que el liderazgo es una actitud de servicio y que por sobre todas las cosas el líder es un gran seductor que se ofrece como una oportunidad para el otro y no para su oportunismo.

El líder integral tiene capacidad de escucha, a sí mismo en cuerpo, en emociones y en el alma; al otro, al equipo, a la organización y a la sociedad. Es líder por la autoridad que le confiere su saber y no por la posición formal que ocupa en la organización. Es potente y comparte su conocimiento para el enriquecimiento personal y de su organización y no poderoso en la mezquindad de su saber, creyendo que el ocultamiento le dará exclusividad y crecimiento. Genera admiración por su acción, humildad y hacer sentir que personas ordinarias son capaces de acciones extraordinarias. Y no idealización por lo que los demás ven en el que nunca serían capaces de hacer. El líder integral se lidera primero a sí mismo y expresa el verdadero sentido de su comunidad y de la continuidad de la misma. No ve en la empresa recursos humanos sino seres humanos a los que les facilita recursos para el éxito personal y organizacional.

Fuente: http://docconsultores.wordpress.com/2010/05/12/entre-el-viejo-liderazgo-epico-y-el-nuevo-liderazgo-integral/

7 comentarios:

  1. buen articulo manu...

    Mi hermano fue el ultimo lider del colegio... sin dudas vos tenes la capacidad de reemplazarlo, no se si ahora pero sin dudas vas en camino!.

    Vamos colegio! los veo hoy...

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  2. lion chupaculo.
    te cubris la cola para cuando vuelvas de la mentira en europa y necesites un lugar.
    no tenes chance.....

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  3. Los grande son todos garcas

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  4. Los reales líderes juntan a la tropa y las aglutinan detras de un objetivo, no se ve en este grupo alguien con esas condiciones..........

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  5. VOLVE SANTOS, NECESITAMOS TU CONDUCCION

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  6. no entiendo a quien se comio este muchacho

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